Para Luz Croxatto, actriz y guionista, la comida es fundamental. Fue macrobiótica pero ahora se confiesa amante de los lomitos. Los del Lomit's, una de su picadas preferidas, son “ce-les-tia-les”, confiesa. ENTREVISTA ESCRITA PARA KILOMETRO CERO. FOTOS DE ALEJANDRO BRUNA

Luz es de las personas que le gusta llegar a la hora. Por eso, de entrada pide disculpas por su retraso de cinco minutos, con explicaciones que cuenta a mil por hora mientras caminamos en dirección al Lomit’s. Nos sentamos afuera, aunque hace frío, porque el cigarro es necesario. El mozo tiene que apurarse un poco en arreglar las mesas, y eso nos cuesta caro: no nos pesca mucho. “Se enojó”, dice la Luz, luego de prender un cigarro y acomodarse la boina. Pedimos la carta.




Luz Croxatto se ha hecho un nombre como actriz y guionista de series, un trabajo que consolidó en la productora Roos Films, la misma que ahora enfrenta problemas económicos. “Yo creo que se van a ir a la quiebra esta semana”, cuenta. Le da lata -fue un problema que no se esperaba- y pena, porque había un ambiente laboral muy especial. “Había mucha camiseta puesta. Por todos lados, es muy doloroso. C´est la vie”, agrega.






Revisamos el menú:


—Es la primera vez que como en el Lomit’s —confieso.


—¡Pero hueón, los lomitos son ce-les-tia-les! ¡Im-pac-tan-tes! —abre los ojos.


—Es que soy medio naturista. Ahora como un poco de carne.


—Yo fui macrobiótica como cuatro años, hasta que empecé a soñar con bife. Todas las noches —dice mientras cierra los ojos.



El Lomit’s es uno de sus locales favoritos, junto con el Liguria, el Astrid y Gastón, La Mar y el Puerto Perú. Aunque le fascina la comida peruana, los sándwiches son su comida favorita. “Me gusta todo lo que se pueda comer con la mano”, bromea, y nos reímos los dos. Terminamos por compartir un crudo con una Coca Light. Luz trabaja de noche. “Ahí necesitai’ algo que alimente pero que no te obligue a soltar el teclado. Yo he refinado todo tipo de conocimiento en galletas. Soy la máxima autoridad de galletas en Santiago. Son mi principal alimento”, cuenta, agarrando un crudito.


Sus favoritas son las McVities y las de Laura Rivas. “Son espectaculares, exquisitas”, puntualiza. Son la base de su dieta, porque luego de una noche de trabajo, lo único que quiere es dormir sus cuatro horas sagradas. “Lo primero que como es el almuerzo. Si tomo desayuno, no almuerzo. Como dos veces al día. Y me encanta el desayuno”.


Reconoce que es bien golosa, pero que los nervios le cagan la guata. “Si tengo deadline, me puedo pasar tres días sin comer. Me pone nerviosa. Los dos días antes no puedo ni dormir ni comer”.Para ella, ser guionista es algo que sufre y disfruta. “Ser guionista es estar enamorada de un gallo que te pega. Llevo años enamorada de un gallo que me pega”, razona.


Considera que tenemos una traba mental con la narrativa, que algo tenemos truncado, en lo más profundo de nuestra identidad, de nuestro ADN. “Somos lateros contando historias, copiones y llenos de clichés y lugares comunes. Nada te emociona, nada te provoca, nada te asusta, nada te perturba, nunca jamás”. Y es categórica en su diagnóstico: “¿Crisis creativa? Sin duda”, dice. Y se come el último crudito, con mayonesa y ají.






ESTA ENTREVISTA SE HIZO PARA LA SECCIÓN "HAMBRUNA" DE KILOMETROCERO.CL